2008 será, pues, para quienes somos adherentes de La otra campaña y la Zezta Internacional, el año para analizar y discutir los resultados de la Consulta de los 6 Puntos con miras a los trabajos del Plan Nacional de Lucha, sin por ello dejar de tejer el bregar nuestro abajo y a la izquierda ni abandonar las demandas de liberación y presentación con vida de todas nuestras compañeras presas y desaparecidas políticas, de todos nuestros compañeros presos y desaparecidos políticos. El año pasado, el zapatismo y la Otra generaron un enorme bagaje teórico y práctico sobre nuestro caminar anticapitalista, de izquierda, civil y pacífico, escuchando y tomando en cuenta la palabra de quienes abajo luchan por un país y un mundo nuevos y mejores, donde quepan muchos mundos y donde quienes gobiernen manden obedeciendo. Se trata de un capital ético, político y organizativo construido en la acción y del que podemos echar mano para enriquecer el análisis, las discusiones y, posteriormente, las decisiones que darán cuerpo a la Otra campaña y a la Zezta Internacional.
Será también un año en el que estaremos obligadas y obligados a consolidar los instrumentos y estrategias para resistir el embate que los gobiernos espurio y dizque legítimo de Felipe Calderón y López Obrador están orquestando en contra de las comunidades y pueblos indígenas zapatistas en Chiapas y la Otra campaña. Los tiempos históricos de nuestro país anuncian el término del centenario ciclo de acumulación de fuerzas y paciencia abajo y a la izquierda que darán vuelta a la tuerca de nuestra pesadilla social; pero si lo sabemos nosotras, nosotros, arriba también lo saben y no nos están esperando con los brazos cruzados. Si en el resistir vamos perdiendo las fuerzas llegaremos a nuestra cita histórica con más ira y desesperación que alegría y organización; sólo sacudiremos el sistema que nos explota, pero perderemos quizá la última oportunidad que teníamos como humanidad para dictarle acta de defunción.
En este sentido, urge como Otra campaña y como Zezta Internacional definir ya el carácter colectivo nuestro, nuestra estructura organizativa, el lugar de las diferencias y nuestra posición frente a otros esfuerzos organizativos. En el escenario político nacional y mundial se están articulando diversos llamados para la formación de amplios frentes de lucha contra el Capitalismo y el Neoliberalismo, y se va volviendo cada vez más imperante que la Otra y la Zezta respondamos con palabras y acciones a dichas convocatorias; no como si fuésemos una sola voz, sino con la riqueza coral de nuestro sentir, pensar y actuar abajo y a la izquierda.
Consolidar las experiencias de resistencia de nuestros colectivos, organizaciones y pueblos y tejerlas en una voz coral que respete nuestras diferencias pasa necesariamente por la defensa de las experiencias autonómicas de los pueblos indígenas de México, donde sin duda la de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas y sus Juntas de Buen Gobierno tienen un lugar indiscutible; en ellos la Otra campaña tiene su capital ético, político y organizativo más caro y 2008 será seguramente el año en que la Hidra del Poder pretenda asestar el golpe definitivo contra quienes han conseguido demostrar que otro mundo distinto al que promocionan los medios de comunicación capitalistas es posible. La tarea entonces no es nada más resistir, sino defender y aprender a reproducir tales experiencias en otros sectores, otros ámbitos de la sociedad, adecuándolas a las múltiples condiciones nuestras: el Estado mexicano no cumplió los Acuerdos de San Andrés, no sólo porque ello significaba depositar en los pueblos indígenas un poder que les impediría explotar hasta la saciedad los recursos naturales que el Capitalismo saborea; sino porque la posibilidad de modificar el pacto social con los pueblos indígenas, olvidados por antonomasia, cundiría como mal ejemplo para el resto de los hombres y mujeres que quisieran poner fin a la explotación, represión, despojo y desprecio de que también son sujetas y sujetos.
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