Por Luis Vicente León | Prodavinci
La oposición intenta usar la fuerza de su clara mayoría para ponerse frente a un gobierno que parece venir sin freno a la consecución de su Constituyente. Así, el país se queda preso de dos fuerzas que sienten que ese evento es vital o mortal. El gobierno cree que sin Constituyente está acabado, pues su posición de respaldo popular es minoritaria y le sería imposible ganar una elección democrática convencional. También sabe que perder y salir del poder tiene un costo adicional infinito. Actúa en consecuencia y está dispuesto a todo por obtener una especie de Sóviet Supremo, sin límites, ni reglas, ni tiempos, que le permitirá destruir a sus adversarios y gobernar con poder total. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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