(teleSur) Enfrentamientos entre grupos armados y los de contención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Somalia dificultan la distribución de la ayuda humanitaria en ese país, mientras que cientos de miles de nacionales se movilizan hacia otras regiones en busca de alimentos y refugio, en medio de una crisis humanitaria sin precedentes por la hambruna que azota al cuerno de África.
Informó el enviado especial de teleSUR a esa región africana, Rodrigo Hernández, quien desde Kenia describió las calamidades que pasan las miles de familias del cuerno de África afectadas por la hambruna y la violencia registrada en esa región.
A pesar de que dos aviones cargados con toneladas de ayuda humanitaria lograron aterrizar en el país africano, la distribución de los recursos se ha dificultado a causa de la violencia permanente por los enfrentamientos entre el grupo armado somalí Al Sabah y las tropas de contención de la ONU.
Hernández señaló además que los campamentos de refugiados se han convertido en otro problema para el pueblo, “sobre todo los etíopes, debido a la falta de infraestructura y las dificultades que pone este mismo país en el asentamiento de personas”.
Esta situación ha sido un detonante para la masificación de los desplazamientos.
“En uno de los barrios de mayor población en Nairobi (capital de Kenia) son muchos los que han llegado en los últimos años, intentando mejorar una calidad de vida”, ante las dificultades que enfrentan en su país, referió el periodista.
En tanto, habitantes de Kenia ven con preocupación la llegada de cientos de miles de desplazados, que en su mayoría buscan refugio y posibilidades de establecerse.
Al respecto, Hernández precisó que muchos han llegado a casa de sus familiares.
Por otro lado, la comunidad internacional a través de sus organismos de integración intentan paliar la crisis registrada en el cuerno de África, mediante el suministro de ayuda humanitaria.
Días atrás, el Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés), hizo un llamado para que se realicen esfuerzos frente a la “peor crisis humanitaria” en Somalia, que también afecta a Kenia y Etiopía.
Según el organismo, entre los tres países suman casi tres millones de niños desnutridos.
Las Naciones Unidas advierten que la sequía amenaza a 12 millones de personas en la región africana. Ante esta situación el organismo decretó formalmente la hambruna en dos provincias del sur de Somalia: Bakool y Baja Shabelle.
Casi la mitad de la población somalí, unos 3,7 millones de personas atraviesa una crisis humanitaria, de los cuales 2,8 millones residen en el sur, indican los datos facilitados por las Naciones Unidas.
Ante esta emergencia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, comentó que se necesitan mil 600 millones de dólares sólo para Somalia, donde "cada día mueren niños y adultos a un ritmo terrible".
Informó el enviado especial de teleSUR a esa región africana, Rodrigo Hernández, quien desde Kenia describió las calamidades que pasan las miles de familias del cuerno de África afectadas por la hambruna y la violencia registrada en esa región.
A pesar de que dos aviones cargados con toneladas de ayuda humanitaria lograron aterrizar en el país africano, la distribución de los recursos se ha dificultado a causa de la violencia permanente por los enfrentamientos entre el grupo armado somalí Al Sabah y las tropas de contención de la ONU.
Hernández señaló además que los campamentos de refugiados se han convertido en otro problema para el pueblo, “sobre todo los etíopes, debido a la falta de infraestructura y las dificultades que pone este mismo país en el asentamiento de personas”.
Esta situación ha sido un detonante para la masificación de los desplazamientos.
“En uno de los barrios de mayor población en Nairobi (capital de Kenia) son muchos los que han llegado en los últimos años, intentando mejorar una calidad de vida”, ante las dificultades que enfrentan en su país, referió el periodista.
En tanto, habitantes de Kenia ven con preocupación la llegada de cientos de miles de desplazados, que en su mayoría buscan refugio y posibilidades de establecerse.
Al respecto, Hernández precisó que muchos han llegado a casa de sus familiares.
Por otro lado, la comunidad internacional a través de sus organismos de integración intentan paliar la crisis registrada en el cuerno de África, mediante el suministro de ayuda humanitaria.
Días atrás, el Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés), hizo un llamado para que se realicen esfuerzos frente a la “peor crisis humanitaria” en Somalia, que también afecta a Kenia y Etiopía.
Según el organismo, entre los tres países suman casi tres millones de niños desnutridos.
Las Naciones Unidas advierten que la sequía amenaza a 12 millones de personas en la región africana. Ante esta situación el organismo decretó formalmente la hambruna en dos provincias del sur de Somalia: Bakool y Baja Shabelle.
Casi la mitad de la población somalí, unos 3,7 millones de personas atraviesa una crisis humanitaria, de los cuales 2,8 millones residen en el sur, indican los datos facilitados por las Naciones Unidas.
Ante esta emergencia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, comentó que se necesitan mil 600 millones de dólares sólo para Somalia, donde "cada día mueren niños y adultos a un ritmo terrible".
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