05 junio 2011
CARTAS A ADIS :: 5 de Junio, 2009. 14:45.
El reloj y el calendario se detienen. Son las siete de la noche del 28 de mayo de 2011. Miro hacia atrás en el tiempo, hace dos meses la noticia del asesinato por asfixia de siete personas en Temixco, Morelos, comenzaba a prender la mecha de lo que hoy puede convertirse en un movimiento ciudadano que, como dijera Javier Sicilia, le restituya la dignidad a esta nación; entre las víctimas, lo sabes bien, estaba Juan Francisco, hijo del mismo Sicilia.
Esta vez no estamos, sin embargo, en la Mérida de Yucatán celebrando el Día Mundial del Teatro, como hacíamos la noche que le arrancaron la vida a Juanelo, Jesús, Gabo, Julio César, Luis Antonio y sus tíos María del Socorro y Álvaro; estamos en la ciudad de Hermosillo, en Sonora, donde está por cumplirse el segundo aniversario de una tragedia cuya magnitud por el número y las edades de las víctimas convirtieron al Pitic en la Belén mexicana del siglo 21 y al 5 de junio en el nuevo día nacional de los santos inocentes.
Las luces del patio de butacas del Auditorio Cívico del Estado se apagan para dar paso a un video que es, a la vez, espejo: la toma apunta justamente a nuestros asientos. Así comienza Cananeas, obra escrita y dirigida por Sergio Galindo con los actuales integrantes del histórico TATUAS que fundara Óscar Liera. Al término de la función, nos ponemos de pie para aplaudir a estas dos agrupaciones de cómicos: el TATUAS y la Compañía Teatral del Norte, quienes bajo el lema “Menos Balas, Más Teatro” nos hacen aplaudirles también a los trabajadores que 105 años atrás fueron reprimidos brutalmente y a los de las muchas Cananeas que a pesar de empresarios, políticos y líderes charros que los someten siguen en pie de lucha.
Después de la segunda función, el teatro que abrigará a cada uno de los montajes que participamos en la Muestra Nacional de Teatro “De península a península” queda vacío. A tan sólo unas cuadras de allí, en una de las tiendas de la cadena Oxxo que al cumplir la regla capitalista de desplazar a la tradicional y por ello “incompetente” tiendita de la esquina contribuye con el desgarramiento del tejido social que padecemos, una familia entera es acribillada.
El reloj y el calendario siguen sin moverse. Así pasa la noche entera hasta que el día comienza a clarear. Duermes, tus ojos entreabiertos miran correr una a una las imágenes que habitan tu sueño, mientras las sábanas aguantan la respiración en medio de la llave que les aplicas torciéndolas entre tus piernas. Me visto y salgo a la calle donde la poca gente que ya ha salido de sus casas habla las mil y una versiones de porqué fueron asesinadas las personas de la víspera.
Mi paso me lleva a la plaza Emiliana de Zubeldía y sus naranjos; en especial a un pequeño santuario de cruces enmarcadas en una suerte de corral, como una gran cuna. El grito de Roberto Zavala, papá de Santiago de Jesús, que diera título a la crónica de Diego Enrique Osorno: Nosotros somos los culpables, retumba en mi cabeza: «yo también», me digo… Me callo… No quiero que mi ruido interior rompa el silencio que los 49 angelitos de la Guardería ABC se merecen; no quiero que empañe la sentencia del juicio ciudadano que hoy mismo, dentro de unas horas, se dictará al Estado mexicano desde la Plaza de la Constitución de la ciudad de México, sede de los Poderes de la Unión.
El veredicto, por denegación de acceso a la justicia, establecer el criterio de que las niñas y los niños no son sujetos de derecho, omisión al legislar, falta de asignación presupuestaria y negligencia, es: culpable.
De su condena, por falta de más espacio destaco lo siguiente:
1) Modificar el esquema de subrogación de guarderías del IMSS, así como de cualquier otro modelo de cuidado infantil que sea contrario a la Constitución y los tratados internacionales firmados y ratificados por el Estado mexicano;
2) Desarrollar una política pública a todos los niveles de gobierno que tutele de manera específica los derechos de la primera infancia, niñez y adolescencia, bajo la estricta observancia de que infantes, niños, niñas y jóvenes son sujetos de derecho;
3) Finalizar los juicios para determinar la responsabilidad de los servidores públicos involucrados en las conductas señaladas, de manera que se amplíe la acción penal contra todos los presuntos responsables acorde con las denuncias presentadas;
4) Construir un memorial donde están las instalaciones de la Guardería ABC para honrar la memoria de los niños y las niñas víctimas, así como garantizar la protección y tratamiento de los 104 niños y niñas que están lesionados, atendiendo de manera integral la afectación al plan de vida de sus familias, generando las condiciones para la atención económica, médica, sicológica y de cualquier índole necesarias, y
5) Aprobar y publicar para su entrada en vigor la Ley General de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil.
Hoy, mientras te escribo estas notas torpemente pergeñadas, es 4 de junio; la Caravana Ciudadana por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezada por Javier Sicilia, comienza su marcha rumbo a Ciudad Juárez, «centro del dolor, la impunidad y la guerra» (Pietro Ameglio dixit).
El reloj y el calendario continúan, no obstante, suspendidos: sigue siendo 5 de junio de 2009 y dan las 14:45.
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