Luego del receso con motivo del fin de año hoy se reanudarán las acciones en la 48 Serie Nacional de Béisbol y corresponderá al equipo de Santiago de Cuba jugar en calidad de visitante en el terreno del estadio Mártires de Barbados en Bayamo; duelo que podría regalarnos la actuación protagónica en el box de los estelares Norge Luís Vera y Ciro Silvino Licea, piedras angulares en las respectivas nóminas de Avispas y Alazanes.
Vale la pena repasar a través del inequívoco lenguaje de las estadísticas cuál ha sido el desempeño de ambos equipos durante la primera parte del campeonato y con qué argumentos llegan al choque de hoy.
Lo primero que debemos señalar es que ambos conjuntos distan de haber conseguido lo que pudiéramos llamar un desempeño satisfactorio; por el contrario, ambos han concitado la inconformidad y las críticas de sus celosos seguidores.
Santiago de Cuba, con balance de 11 victorias y 12 derrotas, juega por debajo del 50 % y solamente tiene saldo favorable en tres de las ocho sub-series que ha disputado (2-1 con Ciego de Ávila, 2-1 con Guantánamo y 2-0 con la Isla de la Juventud); mientras que está igualado 1-1 con La Habana y ha cedido en el resto (1-2 con Holguín, 1-2 con Industriales, 1-3 con Pinar del Río y 1-2 con Villa Clara).
Granma, por su parte, tiene un saldo más desfavorable aún: 7 triunfos y 17 fracasos. Apenas ha ganado dos de los ocho enfrentamientos particulares (2-1 con Camagüey y 2-1 con Matanzas). Cayeron ante Cienfuegos 1-2, Guantánamo 1-2, Holguín 0-3, Las Tunas 0-3, Metropolitanos 1-2 y Sancti Spíritus 0-3).
De modo que tanto santiagueros como granmenses saldrán al terreno animados por el deseo de cambiar tan adverso panorama, en el recién iniciado 2009.
Entremos a considerar luces y sombras en ambos colectivos.
Desde el punto de vista ofensivo Santiago de Cuba presenta mejor average colectivo que sus adversarios de hoy: 289 por 272; es más podría decirse que el bateo indómito ha ido mejorando paulatinamente y no es su principal lastre, sépase que únicamente alcanzan medias colectivas superiores a Santiago de Cuba las plantillas de Ciego de Ávila (322), Industriales (305), Habana (301) y Metropolitanos (293). Matanzas también exhibe 289.
Ahora bien, la fisura en el ataque ha sido la falta de oportunidad como lo prueba el hecho de que los indómitos son los que mayor cantidad de jugadores han dejado en circulación entre todos los equipos participantes, con un total de 222.
En el presente campeonato ha vuelto por sus fueros la concepción de que los zurdos resultan más eficientes ante la batería de las Avispas, tesis que en el pasado más de una vez hizo crisis demolida por el poder de fuego de la Aplanadora.
Sin embargo, hasta el momento, los numeritos validan el criterio: frente a derechos los santiagueros promedian para 295 y han disparado 13 bambinazos; en tanto ante los zurdos su average es de 275 con solamente 4 vuelacercas.
La otra cara de la moneda sale al descubierto con Granma que acumula 289 ante los siniestros -aunque con sólo 5 cuadrangulares- y 268 ante los diestros, que han cargado con 17 estacazos de vuelta completa.
A propósito de los jonrones vale decir que Granma se ubica entre los primeros del torneo en este renglón con un total de 22, igual acumulado que el logrado por Cienfuegos y Ciego de Ávila y tan sólo inferior a los 24 que presenta Sancti Spíritus.
Aún así, el slugging de Santiago de Cuba supera al de Granma (427 x 412); ello se explica porque en materia de jonrones los Alazanes se sustentan en el resultado de la tríada Alfredo Despaigne (6), Yoenis Céspedes (5) y Carlos Benítez (4); mientras que las Avispas, con una nómina global de indudable mayor fuerza ofensiva, no han gozado con el rendimiento en este renglón de algunos de sus principales artilleros, entre ellos Alexei Bell. Meriño es la excepción con 5 vuelacercas.
Para completar la visión ofensiva de ambos cuadros quiero apuntar que Santiago de Cuba saca mucho más provecho a la velocidad de sus hombres, tal como lo indican sus 15 bases robadas que los sitúan -junto a Camagüey e Industriales- en la segunda plaza entre los concursantes, apenas con cuatro menos que las logradas por Ciego de Ávila, que marca la pauta en dicho índice.
Vayamos al pitcheo.
La efectividad colectiva de Santiago de Cuba es mucho mejor que la de Granma (3.93 x 5.54).
Ahora bien, en ambos casos el staff de abridores ha tenido mejor comportamiento que los relevistas, sólo que la diferencia es más notable en el caso de las huestes de Antonio Pacheco (3.31 abridores x 5.56 relevistas); en tanto en Granma (5,27 abridores x 5,88 relevistas).
Desde el punto de vista individual los más dominantes en el cuerpo monticular santiaguero son Reinier Roibal 4 victorias sin derrotas y efectividad de 1.47, Yaumier Sánchez (1-0) / 1.90, Osmel Cintra (1-0) / 2.91 y Norge Luís Vera (2-3) / 3.26. Danny Betancourt (1-3) / 4.20 ha mermado después de un comienzo esperanzador, pero su brazo se aprecia en buena forma.
La segunda línea no se ha hecho justicia, tales los casos de Félix Rivera (pcl 14.73), Osmani Tamayo (11.74), Dennis Alá (20.25) y Carrión (6.97).
En el caso de Granma el batallador Ciro Silvino Licea encabeza la nómina con 3 éxitos y 2 reveses y efectividad de 3.38. Tras él, Alberto Soto (0-1) / 2.61, Manuel Vega (0.00, pero con 10 entradas de labor), Lázaro Blanco (2-2) / 5.54 y el novato Alexei Alarcón (1-3) / 4.11 son los serpentineros que acumulan desempeño más aceptable.
No puede decirse lo mismo de otros pitchers llamados a rendir más para el conjunto, tales los casos de Misael López (9.64 y apenas cuatro y dos tercios de entrada trabajadas), Yanier González (1-4) / (8.46) y Leandro Martínez (0-2) / (7.17).
Finalmente, con respecto a la defensa, Santiago de Cuba mantiene su tradicional eficiencia en este importante renglón con promedio colectivo de 979, fruto de 20 errores en 939 lances.
El jugador que mayor cantidad de pifias ha cometido es el antesalista Ronnier Mustelier con 5.
Como dato de interés incluyo el hecho de que en la clave posición de la receptoría Rolando Meriño, a pesar de haber jugado de modo inmaculado con la mascota, tiene un pobre resultado con los corredores en circulación ya que le han robado 11 bases y ha cogido a un solo corredor.
Mejor desempeño en este aspecto tiene el enmascarado de cambio Alexis Durruthy, al que le han robado 4 hombres pero ha enfriado a 3.
En el caso de Granma, el conjunto vuelve a hacer agua al campo, sobre todo en el infield. Su promedio colectivo es de 959, resultado de 39 errores en 941 lances. El torpedero Marcos Fonseca ha fallado nada menos que 14 veces.
A todas luces, Santiago tiene las mejores opciones en el enfrentamiento que hoy se inicia, no sólo por lo que muestran los datos estadísticos anteriormente aportados; sino, incluso, por la ascendencia histórica que tienen los indómitos sobre los granmenses mas, aún así, la realidad tomará cuerpo en el terreno y ambos equipos lo saben de antemano.
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Vale la pena repasar a través del inequívoco lenguaje de las estadísticas cuál ha sido el desempeño de ambos equipos durante la primera parte del campeonato y con qué argumentos llegan al choque de hoy.
Lo primero que debemos señalar es que ambos conjuntos distan de haber conseguido lo que pudiéramos llamar un desempeño satisfactorio; por el contrario, ambos han concitado la inconformidad y las críticas de sus celosos seguidores.
Santiago de Cuba, con balance de 11 victorias y 12 derrotas, juega por debajo del 50 % y solamente tiene saldo favorable en tres de las ocho sub-series que ha disputado (2-1 con Ciego de Ávila, 2-1 con Guantánamo y 2-0 con la Isla de la Juventud); mientras que está igualado 1-1 con La Habana y ha cedido en el resto (1-2 con Holguín, 1-2 con Industriales, 1-3 con Pinar del Río y 1-2 con Villa Clara).
Granma, por su parte, tiene un saldo más desfavorable aún: 7 triunfos y 17 fracasos. Apenas ha ganado dos de los ocho enfrentamientos particulares (2-1 con Camagüey y 2-1 con Matanzas). Cayeron ante Cienfuegos 1-2, Guantánamo 1-2, Holguín 0-3, Las Tunas 0-3, Metropolitanos 1-2 y Sancti Spíritus 0-3).
De modo que tanto santiagueros como granmenses saldrán al terreno animados por el deseo de cambiar tan adverso panorama, en el recién iniciado 2009.
Entremos a considerar luces y sombras en ambos colectivos.
Desde el punto de vista ofensivo Santiago de Cuba presenta mejor average colectivo que sus adversarios de hoy: 289 por 272; es más podría decirse que el bateo indómito ha ido mejorando paulatinamente y no es su principal lastre, sépase que únicamente alcanzan medias colectivas superiores a Santiago de Cuba las plantillas de Ciego de Ávila (322), Industriales (305), Habana (301) y Metropolitanos (293). Matanzas también exhibe 289.
Ahora bien, la fisura en el ataque ha sido la falta de oportunidad como lo prueba el hecho de que los indómitos son los que mayor cantidad de jugadores han dejado en circulación entre todos los equipos participantes, con un total de 222.
En el presente campeonato ha vuelto por sus fueros la concepción de que los zurdos resultan más eficientes ante la batería de las Avispas, tesis que en el pasado más de una vez hizo crisis demolida por el poder de fuego de la Aplanadora.
Sin embargo, hasta el momento, los numeritos validan el criterio: frente a derechos los santiagueros promedian para 295 y han disparado 13 bambinazos; en tanto ante los zurdos su average es de 275 con solamente 4 vuelacercas.
La otra cara de la moneda sale al descubierto con Granma que acumula 289 ante los siniestros -aunque con sólo 5 cuadrangulares- y 268 ante los diestros, que han cargado con 17 estacazos de vuelta completa.
A propósito de los jonrones vale decir que Granma se ubica entre los primeros del torneo en este renglón con un total de 22, igual acumulado que el logrado por Cienfuegos y Ciego de Ávila y tan sólo inferior a los 24 que presenta Sancti Spíritus.
Aún así, el slugging de Santiago de Cuba supera al de Granma (427 x 412); ello se explica porque en materia de jonrones los Alazanes se sustentan en el resultado de la tríada Alfredo Despaigne (6), Yoenis Céspedes (5) y Carlos Benítez (4); mientras que las Avispas, con una nómina global de indudable mayor fuerza ofensiva, no han gozado con el rendimiento en este renglón de algunos de sus principales artilleros, entre ellos Alexei Bell. Meriño es la excepción con 5 vuelacercas.
Para completar la visión ofensiva de ambos cuadros quiero apuntar que Santiago de Cuba saca mucho más provecho a la velocidad de sus hombres, tal como lo indican sus 15 bases robadas que los sitúan -junto a Camagüey e Industriales- en la segunda plaza entre los concursantes, apenas con cuatro menos que las logradas por Ciego de Ávila, que marca la pauta en dicho índice.
Vayamos al pitcheo.
La efectividad colectiva de Santiago de Cuba es mucho mejor que la de Granma (3.93 x 5.54).
Ahora bien, en ambos casos el staff de abridores ha tenido mejor comportamiento que los relevistas, sólo que la diferencia es más notable en el caso de las huestes de Antonio Pacheco (3.31 abridores x 5.56 relevistas); en tanto en Granma (5,27 abridores x 5,88 relevistas).
Desde el punto de vista individual los más dominantes en el cuerpo monticular santiaguero son Reinier Roibal 4 victorias sin derrotas y efectividad de 1.47, Yaumier Sánchez (1-0) / 1.90, Osmel Cintra (1-0) / 2.91 y Norge Luís Vera (2-3) / 3.26. Danny Betancourt (1-3) / 4.20 ha mermado después de un comienzo esperanzador, pero su brazo se aprecia en buena forma.
La segunda línea no se ha hecho justicia, tales los casos de Félix Rivera (pcl 14.73), Osmani Tamayo (11.74), Dennis Alá (20.25) y Carrión (6.97).
En el caso de Granma el batallador Ciro Silvino Licea encabeza la nómina con 3 éxitos y 2 reveses y efectividad de 3.38. Tras él, Alberto Soto (0-1) / 2.61, Manuel Vega (0.00, pero con 10 entradas de labor), Lázaro Blanco (2-2) / 5.54 y el novato Alexei Alarcón (1-3) / 4.11 son los serpentineros que acumulan desempeño más aceptable.
No puede decirse lo mismo de otros pitchers llamados a rendir más para el conjunto, tales los casos de Misael López (9.64 y apenas cuatro y dos tercios de entrada trabajadas), Yanier González (1-4) / (8.46) y Leandro Martínez (0-2) / (7.17).
Finalmente, con respecto a la defensa, Santiago de Cuba mantiene su tradicional eficiencia en este importante renglón con promedio colectivo de 979, fruto de 20 errores en 939 lances.
El jugador que mayor cantidad de pifias ha cometido es el antesalista Ronnier Mustelier con 5.
Como dato de interés incluyo el hecho de que en la clave posición de la receptoría Rolando Meriño, a pesar de haber jugado de modo inmaculado con la mascota, tiene un pobre resultado con los corredores en circulación ya que le han robado 11 bases y ha cogido a un solo corredor.
Mejor desempeño en este aspecto tiene el enmascarado de cambio Alexis Durruthy, al que le han robado 4 hombres pero ha enfriado a 3.
En el caso de Granma, el conjunto vuelve a hacer agua al campo, sobre todo en el infield. Su promedio colectivo es de 959, resultado de 39 errores en 941 lances. El torpedero Marcos Fonseca ha fallado nada menos que 14 veces.
A todas luces, Santiago tiene las mejores opciones en el enfrentamiento que hoy se inicia, no sólo por lo que muestran los datos estadísticos anteriormente aportados; sino, incluso, por la ascendencia histórica que tienen los indómitos sobre los granmenses mas, aún así, la realidad tomará cuerpo en el terreno y ambos equipos lo saben de antemano.
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