28 julio 2008

Las tres caras de la inseguridad en Venezuela

Este es el rapto número 66 en el estado Zulia en lo que va de año y el tercero en esta semana.
Martha González, de 26 años, fue golpeada con violencia por sus captores al resistirse a la privación de su libertad. Ante la mirada sorprendida de sus vecinos …….
El Nacional

El domingo fue un día ajetreado para mi, a pesar de estar afuera de la estresante oficina, y de no conseguir tanto tráfico en las calles de Maracaibo, pasé buena parte del día carreteando gente y equipos en un carro prestado, con el fin de contribuir en algo con una actividad relacionada con el día del niño. No fue un día fácil.

En el trayecto de aquí para allá y de allá para acá siempre estaba a la expectativa de encontrarme en la vía con algún operativo de un cuerpo de seguridad del estado, no porque llevara licor o drogas ni nada por el estilo; los mayores estimulantes que llevaba en el carro eran una malta y las ganas de llegar. Pero si me preocupaba que no poseyera los documentos reglamentarios, ni carta médica ni permiso para conducir, hace mucho que no los tengo.

Suerte para mi no encontré con ningún operativo. Sin embargo, en algún momento, la absoluta falta de presencia policial me llegó a preocupar, pensé que ese era el escenario ideal para un secuestro o para un robo de vehículos, o hasta para transitar libremente transportando drogas. En ese momento entendí que lo que era bueno para mi, era muy peligroso para la población en general. Momentos después, todo el ajetreo diluyó todo pensamiento, toda preocupación acerca de las calles despejadas de policías o posiblemente llenas de choros.

Ya en horas de la noche, cuando la vida me da un fugaz tiempo para descansar y vaguear por un rato navegando por entre las miles de páginas encontradas en la web, me enteré de la lamentable noticia de otra joven secuestrada en Maracaibo. En ese momento recordé el tema de mi divagar en el trayecto de aquí para allá y de allá para acá, y entendí que estaba en lo correcto, que la falta de presencia policial es parte del problema de la inseguridad en nuestro país.

Sería interesante conocer las cifras de secuestros, robos de vehículos, atracos y asesinatos en esos días cuando las calles de Maracaibo se llenan de efectivos del ejército cuando viene Chávez. O por ejemplo, cuando se desarrolló en esta ciudad la cumbre de Petrocaribe, cuando se podía ver hasta cuatro soldados por esquina.

Me pregunto si es qué acaso en nuestras ciudades no hay suficientes policías o guardias nacionales, algo en lo absoluto injustificado considerando que adicional a los 135 billones (millones de millones) de bolívares en presupuesto para el 2008, el gobierno está recibiendo el aproximado a Bs. 235.943.095.000 diarios adicionales a los que tenía previsto recibir. Me pregunto por qué aun las policías nacionales no cuentan con tecnología de punta, comunicación satelital, sistemas comunicacionales unidas a bases de datos e interconectadas a nivel nacional con todos los cuerpos de seguridad. Por qué no cuentas con helicópteros suficientes para rastrear objetivos en toda la ciudad, incluso con mira infrarroja para vigilancia nocturna. Por qué los cuerpos de seguridad de las ciudades no cuentan con un sistema integral de vigilancia con cámaras, alarmas silenciosas, censores de velocidad regados por toda la ciudad; por qué un policía debe buscar en la calle el “salario” que no le paga el estado, es acaso un sueño, una utopia, en este país saudita donde cualquiera vestido de rojo puede mañana tener una valija de $10.0000.

Ahora me pregunto con respecto a los choros, es que acaso en esta economía floreciente no se pueden conseguir un bendito trabajo decente?, es qué acaso no le dieron dos buenos carajazos cuando chamito y le dijeron que robar era malo? Qué? No tuvieron padre ni madre, abuelo, tío, padrastro hermano, o amigo que les enseñara que es mejor ganarse la vida trabajando?. Qué culpa tienen la gente trabajadora que se gana las cosas largando el pelero de que ellos hayan tenido una niñez difícil? Acaso están pasando hambre, endeudados, no les alcanza para comprarse un carro nuevo, o es solamente envidia?. No estudiaron? No es excusa, muchos comerciantes exitosos tampoco lo hicieron; no consiguen un trabajo? Pues, alquilando un carro como taxista se ganan seis millones mensuales, tres veces más que yo.

Ahora se lo dedico al secuestrado, atracado o asesinado. Uno a veces se queja equivocadamente con Dios y se pregunta por qué estas cosas nos pasan a personas que llevamos una vida absolutamente normal, que solo buscamos ganarnos la vida trabajando, una vida donde no se vive, se sobrevive. Cómo es posible que a alguien que sale a las seis de la mañana todos los días, para ganarse la vida, en una de esa noche regresa de tanto trabajar le quitan el carrito que le costo unos dos años de su trabajo. O que mucha gente que empezó solo con la pelusita en el bolsillo, y luego de 10 años de 350 días de trabajo continuo logra reunir su capital expresado en su casita, su carrito y el de su hijo, al que le secuestran una mala mañana por quien tienen que vender todo y empezar de cero, con una pelusita en el bolsillo, pero con un hijo vivo.

Estamos viviendo tiempos bizarros, cuando todo está al revés, donde buena parte de la policía es amiga de los choros, y muchos de ellos son los choros, donde el ser choro es el “empleo” más lucrativo, y uno de los más apreciado por los chamos de hoy, y donde la gente que trabaja, que se esfuerza y que produce, es la más castigada, la más sufrida, la que se lleva la peor parte.

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