No se venderá carne de perro durante Pekín 2008
La Asociación de Restauradores de Pekín decidió no vender platos hechos a partir de carne canina para no molestar a los visitantes extranjeros
Noticia completa en El Nacional
Quién sabe si en un futuro el Socialismo del Siglo XXI conlleve a convertir el consumo de perros como algo norma en Venezuela.
Probablemente a nosotros los occidentales esta noticia nos produzca asco y repulsión, ya que no se trata solo de comerse la carne de un animal que comúnmente le vemos como inmundo, asqueroso, un animal que cuando no tiene dueño lo más seguro es que se alimente de lo que consiga en los putrefactos basureros, pero también tendemos a considerar repulsiva la idea de comerse un animal que tenemos como mascota, las cuales en la mayoría de los casos son tratados como parte de la familia.
Particularmente me trae a colación un suceso en mi niñez cuando me enteré con asombro, tristeza y un poco de nauseas que el pollo que me estaba comiendo era el mismo que había cuidado y visto crecer por más de un año y que prácticamente se había convertido en mi mascota.
Hasta incluso, criterios de tipo teológico aplicados por la denominación de la iglesia cristiana Adventista entran en la negativa del consumo de carne de ciertos tipos de animales diferentes al del pez, el ganado vacuno y las aves.
Ahora bien, no estamos consideramos que muy probablemente hayamos comido perros, y hasta ratas en más de una oportunidad cuando saboreamos los suculentos platos de la comida china en los miles de restoranes de este tipo que conseguimos alrededor del mundo, y es por este ejemplo, el del exquisito sabor de la comida china, que no me quejo cuando se trata de calificar el consumo de platos preparados a partir de la carne de perros.
En Venezuela es viejo el cuento de la venta de carne de burro haciéndola pasar por carne de vaca. Muchos quizás no saben que las jugosas arepas de carne mechada podrán estar preparadas con carne de burro y hasta las empanadas pueden estar hechas en base de carne de gato molida. En Maracaibo le decimos jocosamente “gatelitos” a los “pastelitos”, que son platos criollos de carne, queso o pollo envueltos con una capa hecha en base a harina de trigo o maíz, claro está, este capa de harina puede ocultar dentro de sí carne de cualquier animal que se le ocurra, y dependerá de la sazón que le de el cocinero que el consumidor se sienta a gusto o no con lo que está comiendo, haciéndole creer que está consumiendo unos deliciosos pastelitos de pollo.
Lo más probable es que en Venezuela esta práctica culinaria haya crecido de manera exponencial en los últimos meses sin el consentimiento y sin el conocimiento de los consumidores, más aun cuando el desabastecimiento de carne y pollo en el mercado ha llegado a alcanzar niveles alarmantes, en unos meses más que en otros.
Si el Socialismo del Siglo XXI sigue su rumbo eliminando la capacidad de los productores agropecuarios de generar la carne de vaca y el pollo que el pueblo necesita, seguramente terminaremos aceptando el consumo del perro, los gatos, las ratas, el burro y pare de contar como algo normal y le haremos cotidiano en nuestras mesas.
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