04 noviembre 2007

Maestro Sensai




La Rue Sainte Catherine es uno de los sitios más interesantes de Montréal. Caminar a lo largo de esta céntrica calle es percibir simultáneamente desde lo más exclusivo y sofisticado de las tiendas de grandes marcas, hasta lo más mundano del incitante universo del sexo, ofrecido de manera un poco escueta y sin misterio en la siempre llamativa publicidad de los múltiples negocios de los sex-shops y los lugares donde se comercializa la danse-contact.
Restaurantes, bares, almacenes de souvenirs y de chucherías, gente de todas las razas, colores y apariencias. En medio de este ambiente cosmopolita se encuentran algunas grandes universidades como la UQAM (donde estudié por seis meses francés) y otras más pequeñas, al igual que varios colleges.

En uno de estos templos de la sabiduría, han para su fortuna contratado a uno de los mejores profesores de español de Montréal. Adivinen…… ¿Quién carajos es?

Si señores, no se equivocan. El día de las brujas empezaba a las 6 p.m.
A las 7:30 cuando deambulaba nervioso por el aula vacía esperando a los estudiantes que decidieron no conocerme aún, madame la directrice se acercó para decirme:

-Puede irse; me parece que esta noche ya no viene nadie. De todas formas igual pagaremos su tiempo. Lo espero mañana.

El día siguiente fue mi debut en Canadá como profesor y la flauta me sonó, porque además de que los estudiantes hicieron buenos comentarios sobre mi clase a la directora. Me sentí en mi elemento: “Había cazado los leones”.


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